La fuerza del ser

Desde hace varios años que trabajo la identidad corporativa o de marcas a través de un proceso que bautizamos como Destilación de identidad. Algunos clientes después de vivirlo les genera curiosidad, y me preguntan cómo llegué a desarrollarlo y si hay una metodología concreta detrás. La verdad es que sí la hay y descubirla también ha sido un proceso de develación.

Ahora que la empresa está creciendo, estamos estandarizando procesos y formas de hacer las cosas. Esto trajo consigo el momento y la obligación de sentarme, girar mis ojos hacia dentro y tratar de explicar y estandarizar cómo hago lo que hago y encontrar explicaciones lo suficientemente lógicas para que otros puedan replicarlo.

Sin relevancia desde donde se fundamente, la verdad es que lo que uno cree ser en la vida condiciona la forma de vivir en ella.

Yo una vez comprendí eso con las cartas astrales, que funcionaban en gran medida como el guión de un personaje en una película o novela. Y que el contexto, las situaciones y el devenir no se podían separar del personaje. No alcanza mi comprensión para esclarecer si uno puede elegir o no ser Caperucita o Cenicienta o Rambo. Eligo la falacia de ignorancia objetiva, la cual para mí es bastante más sana que caer en la dualidad paralizante que genera creer en la predestinación y el libre albedrío, ya sea origen biológico o esotérico. No me importa a mí; nadie me va a decir si estoy limitada o no por genes o neutrotransmisores que genero o no, y mucho menos por un ser superior, versión mía o magnánima.

Elijo ser responsable en mi versión actual, esta, la que dura pocas horas al día, y se levanta con cierto grado de continuidad a diario y posee un gran sentido de lealtad a continuar lo que hizo su versión de las 24 horas anterior.

¿Qué personaje soy?, varios. Con algunos he soñado, con otros he tenido percepciones y situaciones inexplicables bajo una normalidad mental. Algunas personas podrían creer que son recuerdos de vidas pasadas, pero algo me huele a peligro con esa idea simplista y lineal de las vidas pasadas y la metempsicosis; no digo que no exista, pero prefiero dejar como últimas opciones argumentos que pueden alimentar una necesidad de egocentrismo y trascendencia. Volviendo a lo de los personajes, uno de esos es un Mago de una tribu de exploradores galácticos, el cual también se mueve fácilmente como Guerrero, seguro por su propia historia.

¿Qué hago cuando hago una destilación de identidad? Leo entre lineas quién realmente me habla, qué personaje cree ser, qué considera como verdad, cómo cree que la vida opera, qué espera de ella, a qué le teme, qué cree que está bien y qué esta mal, qué considera bello. Abro mis ojos más grandes que los de caperucita y veo, sin pensar ni enjuiciar, solo veo, con mis ojos grandes de explorador galáctico mirando una nueva especie. Después abro mi bolsa de magia arcana y saco lo que necesito, todo mago sabe hechizar, pero un buen mago maneja el arte de romper hechizos.

¿Qué es lo que busco en mi bolsa? Lo necesario para avanzar.

Al final de cuentas, detrás de las empresas y organizaciones siempre hay personas, viviendo sus vidas. Una identidad corporativa o una marca es un eco constituido por muchos: fundadores, accionistas, colaboradores, consumidores, proveedores. Una empresa es una suma de historias y definir su identidad es como lanzar un hechizo de orden que ayuda a fortalecer las raíces y crear nuevos futuros.

Eso es lo que hacemos cuando hacemos una destilación de identidad, sincronizar realidades y simplificar caminos.


PD: ¿Pudiste leer entre líneas mi identidad?.